¿Cuántos ácaros habitan en mi colchón?

¡En un solo colchón, nos podemos encontrar más  de 2.000.000 de ácaros de polvo doméstico! En una cama se pueden concentrar  200.000 ácaros y más de dos millones de sus excrementos en tan solo dos años.

 El 10% del peso  total de una almohada o colchón a los dos años de vida está compuesto por ácaros muertos y sus heces. Imagina si siguen pasando años y no tomamos las medidas necesarias. Indudablemente, las tapicerías son el tejido ideal para los ácaros, colchones, sillones, sillas, asientos vehículos…

Qué son los ácaros?

Los ácaros pertenecen al grupo de los arácnidos, muy parecidos a las arañas, pero invisibles al ojo humano. Los ácaros que habitan nuestras casas tienen un tamaño entre 0,2 y 0,5 milímetros y suelen encontrarse en nuestros colchones y sofás.

Los ácaros viven dentro de las casas, así que no están en el polvo de la calle. Se acumulan en lugares oscuros, alejados de la luz solar, donde tengan alimento. Se alimentan entre otras cosas de escamas de piel humana.

Las personas van renovando su piel poco a poco. En el plazo de 20-30 días renuevan totalmente la piel, que se va desprendiendo en escamas microscópicas poco a poco. Esas escamas se van colando entre los poros que dejan los hilos de la ropa. Se van acumulando en lugares como sofás, y sobre todo en colchones y almohadas, que son los lugares donde más abundan los ácaros.

Los ácaros van desprendiendo partículas que flotan en el aire y que son las que se respiran y causan alergia. Las partículas que más alergia dan se encuentran en las heces de los ácaros. Estas contienen una sustancia alergénica llamada guanina que puede desencadenar reacciones alérgicas, asma, eczemas, conjuntivitis, dermatitits atópica, rinitis alérgica, etc.

Cuando los ácaros mueren, el cuerpo se va desintegrando en partículas que también dan alergia. Los ácaros vivos se agarran con sus patas al lugar donde viven y no flotan. Cuando se respiran diariamente cantidades pequeñas y repetidas de ácaros pueden  causar síntomas agudos e ir causando una inflamación interna de los bronquios. Esa inflamación continua hace que los bronquios sean más sensibles a toda clase de estímulos: infecciones, otras alergias, ejercicio, aire frío, contaminación, etc.  Lo mismo que en los bronquios sucede en la nariz y en los ojos.

Los síntomas más característicos de las alergias al polvo son estornudos, picor de ojos, lagrimeo, tos, mucosidad, cansancio… En la mayoría de los casos, los responsables de los procesos alérgicos son los ácaros, que pertenecen a la familia de los arácnidos. Son inofensivos, pero sus excrementos contienen altos niveles de sustancias alergénicas que pueden desencadenar crisis de asma y otros procesos.

Algunas cifras impactantes indican que la alergia a los ácaros domésticos es la principal alergia respiratoria en Europa

El número de personas alérgicas a los ácaros va en aumento año tras año. Se estima que en unos años si no se  toman medidas al respecto, podría aumentar el porcentaje hasta el 50% de la población total.